El funambulista francés Nathan Paulin ha logrado cruzar la plaza de Cataluña de Barcelona sobre un cable de acero a 70 metros de altura para inaugurar el festival Grec de Barcelona.
Imposible no mirar a este hombre subido en un cable. Nadie puede dejar de mirarlo durante 38 minutos. Nadie piensa que se acabe ya, nadie puede dejar de pensar que el cable se va a romper, que se va a desanclar de dónde diablos lo hayan atado. El cable mide 350 m y el hombre, no contento con hacerlo solo de ida, lo hace también de vuelta.
Actualización : Detalle de los pies de Nathan Paulin y del sistema de seguridad que lleva para evitar caerse. Un detalle del espectáculo de Nathan Paulin. | ZOWY VOETEN
Lo he visto en la tele, hoy la he encendido porque había un par de noticias (leídas en el movil) que me interesaba ampliar. No puedo juzgarlo, no es la primera vez que veo algo de esto, ya hubo quien cruzó de una torre a otra (las gemelas que se cargaron los terroristas) Un abrazo
-Ester- También he visto varios casos atravesando determinadas ciudades o barrancos, pero no me había fijado con la claridad de hoy, del sistema de seguridad que lleva. Está anclado al propio cable por el que se mueve, por lo que si perdiera el equilibrio, no caería simplemente se quedaría colgando y con la otra cuerda lo arrastrarían hacía alguno de los lados.
Un abrazo
Yo veo estas cosas un poco sin sentido, pues arriesgar la vida por alguien o por algo, me parece bien, pero por esto…
-Senior citizen- En este caso no arriesga la vida, por ello he subido una nueva imagen para que se vea mejor el sistema de seguridad que tiene, y aunque no sería plato de buen gusto que se cayera, no terminaría en el suelo, quedaría colgando del cable de acero.
Hola, lo he visto en las noticias y solo verlo ya me daba vertigo, esto no es apto para mi 🙂
Besos.
-Piruja- Me pasa algo parecido, tengo mucho vértigo y no se si sería capaz de seguir su trayecto con la vista.
Un beso
Hay una película titulada «El desafío (The Walk)» que cuenta la historia real de Philippe Petit, en 1974 se propuso un reto nunca antes realizado: recorrer sobre un cable el espacio que separaba las Torres Gemelas de Nueva York.
Saludos
-emilio- He buscado información y he encontrado : Philippe Petit, (Nemours, 13 de agosto de 1949) es un funambulista, equilibrista, mimo, monociclista y mago francés. Es reconocido por haber cruzado caminando sobre un cable la distancia entre las azoteas de las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York, en la mañana del 7 de agosto de 1974, en una hazaña no autorizada en la que utilizó un cable de unos 200 kilogramos de peso y un contrapeso personalizado de 8 metros de largo y peso de 25 kilogramos.
Philippe Petit, el equilibrista que cruzó las Torres Gemelas.
Saludos
Por suerte llevaba un sistema de seguridad. Aunque pueda sorprender ha habido funambulistas que iban a pelo, sin agarre de seguridad. Es impresionante, pero a mi me da un poco de vértigo. Abrazo.
-Sabius- Philippe Petit, cuyo enlace le he dejado a emilio, anterior comentarista, iba sin ninguna protección simplemente con una pértiga de 8 metros y 25 kg de peso.
Abrazo
Padezco de vértigo y cualquier manifestación de este tipo, por ejemplo el que aquí se exhibe me produce angustia difícil de sobrellevar, incluso a sabiendas que la tragedia no se ha consumado. Por supuesto y desde mi incapacidad para realizar un hecho de este calibre admiro a los que son capaces de llevarlas a cabo. Que le vamos a hacer. Hay gente pa tó, que diría el Gurra o el Gallo o yo que sé…
-Frajayo- Yo tengo mucho vértigo y para que te hagas una idea, en una acantilado aunque tenga protección, no soy capaz de acercarme a hacer una foto.
ufff me produce estress sólo con mirarlo
Un abrazo, Jubi
-bisílaba- Me pasa algo parecido, sin embargo soy capaz de atravesar un valle, siempre que el teleférico o el artilugio que se utilice para el transporte esté totalmente cerrado.
Un abrazo
Impresiona, incluso con el amarre. Un traspiés, una ráfaga de viento y, aunque no llegará a caer los 70 metros, el latigazo en los músculos sería mayúsculo.
-Una mirada…- En Telefónica para subir a las torres de antenas, para ver algún defecto, había personas dispuestas a hacerlo, y les pagaban un plus.
Les obligaban a llevar un arnés, que inicialmente era como el de Nathan Paulin, un simple cinturón, pero al poco tiempo les obligaron a llevar un arnés que sujetaba la cintura y el pecho como los que se ven en la actualidad a las personas que hacen trabajos verticales en fachadas. Por supuesto el arnés era suministrado por la compañía.
Son muy valientes los funambulistas. De solo verlos a uno le da vértigo.
Abrazo.
-Sara O. Durán- Ni aunque me apuntaran con una pistola sería capaz ni de arrimarme a la cuerda.
Abrazos