(Foto: Documentos y Archivos de Aragón)
Tras la Guerra de la Independencia, Zaragoza comenzó su reconstrucción, ya que durante los Sitios, la ciudad quedó muy dañada. En aquella época no existía el agua corriente en la ciudad, y el gobierno militar francés, comandado por el general Luis Gabriel Suchet, deseando dotar a la ciudad de fuentes de boca, ordenó al director del Canal Imperial de Aragón, don Pedro Lapuyade, la construcción de fuentes en la ciudad.
La primera fuente que se erigió fue en la plaza de San Francisco, llamada así por el convento que allí se ubicaba, destruido en los Sitios de Zaragoza junto al Real Hospital de Nuestra señora de Gracia (posteriormente será conocida por el nombre de plaza de San Fernando, de la Constitución y finalmente Plaza de España).
Fue la primera fuente de agua potable, que se instaló en la ciudad de Zaragoza.
La Fuente de Neptuno situada en la Glorieta de la Princesa es uno de los espacios más bonitos de todo el Parque José Antonio Labordeta. Es la simbiosis perfecta entre arte, naturaleza, historia y buen gusto que inspira todo el parque. El conjunto de escultura, agua, parterres, palmeras y pinos son un engranaje visual magnífico donde cada detalle suma al conjunto. Parece que todo se ideó para ese lugar. Y sin embargo… no fue así.
En el año 1811 encargaron al escultor alcañizano Tomás Llovet, profesor de la Escuela de Bellas Artes de Zaragoza, una escultura para adornar la fuente que se pensaba levantar en la entonces llamada plaza de San Francisco.
La escultura, se realizó pero no así la fuente. Será en 1833 cuando el ayuntamiento, para conmemorar el juramento como princesa de Asturias de la futura reina Isabel II, abrió una suscripción popular para construir la proyectada fuente en la actual plaza de España.
La fuente se estaba construyendo según proyecto de los arquitectos José de Yarza y Joaquín Gironza, pero necesitaba una escultura para adornarla. Por ese motivo la Comisión de Fuentes pidió al Marqués de Lazán, protector de los Canales Imperial de Aragón y Real de Tauste, que les cediera la escultura del dios Neptuno que había sido encargada por el gobierno francés años antes. La escultura fue cedida con la condición de que se abonase lo que habían pagado al escultor Llovet: veinte y dos mil trescientos ochenta reales de vellón.
La parte escultórica se debe a Tomás Llovet (1770-1848), escultor alcañizano, profesor de la Escuela de Bellas Artes de Zaragoza. La obra la esculpió entre 1811 y 1812 por iniciativa del Gobierno militar francés que deseaba dotar a la ciudad de fuentes.
Una pirámide truncada (con cuatro delfines en los ángulos y doce caños en el entorno) sirve de base a la figura de Neptuno.
La fuente consta de un pilón circular, en cuyo centro vemos una pirámide truncada cuadrangular, en cuyas esquinas se pueden observar cuatro delfines, que arrojan agua por sus bocas abiertas. Alrededor del pilón encontramos también doce caños (tres en cada frente), por los cuales mana el agua.
Pronto se convirtió en el lugar de reunión de los zaragozanos, las mujeres iban allí a buscar agua, y los aguadores a llenar sus toneles e ir vendiendo agua casa por casa.
En los frentes de la base podemos ver cuatro inscripciones (cinco con la placa colocada en 1946 y situada en el frente), rodeadas de orlas. En ellas se puede leer:
El primer acto de fidelidad
a Dª Isabel II
como princesa de Asturias
Zaragoza 1833
Se principió en 1833
llegó el agua en 24 de Julio de 1845
gobernando como reina
la que había sido jurada princesa
«Esta fuente de la princesa se inauguró
en la que hoy es plaza de España
el 24 de julio de 1845
fue desmontada el 18 de septiembre de 1902
a los 101 años vuelven a correr las aguas
para mayor ornato de este parque.
Zaragoza, 24 de julio de 1946»
La sangre derramada
por Religión y Patria en este sitio
de mártires sin cuento
la base riega de este monumento
Ni a mejor princesa
ni a pueblo más fiel
ni en suelo mas ilustre
pudiera dedicarse esta memoria
Sobre la parte superior, adornada de una pequeña cornisa descansa un trozo de columna, engalanada con bocas de león que sostienen guirnaldas, y sobre su base reposa la estatua del dios Neptuno con el tridente en la mano izquierda y en actitud de mandar las aguas.
Hay más fotos en este álbum.
Créditos : Zaragoza.es, Enjoy Zaragoza, Escultura urbana, El viaje de la libélula.
Para ser una fuente «de boca», o sea, de beber, parece que están los caños muy lejos ¿no? Habrá que estirarse mucho para beber. Aquí, esas fuentes están pegadas a un muro o pared y las llamamos pilares.
https://flic.kr/p/cMhguo
-Senior citizen- Es cierto, pero en realidad era para llenar los cántaros o los recipientes para llevar agua a las casas, si te fijas en la primera foto, ampliándola se ve que están cogiendo el agua de los delfines, que es más cómodo.
Uf! Demos gracias por haber nacido despuecito, y que ya no nos tocó andar acarreando o comprando agua de tan lejos de casa. Con mayor razón debemos cuidar la que consumimos del grifo.
Es muy bella!!! Oye, Jubi, se puede beber todavía de allí. Acá ese tipo de fuentes ya solo son decorativas con agua tratada no potable.
Feliz semana, un abrazo!
-Sara O. Durán- El el pueblo de mi padre de jovencito he tenido que ir a por agua a uno de los pozos que había en el municipio ya que no había agua ni desagüe en las casas.
Se puede beber, pero al lado hay una fuente pequeña, que es mucho más cómodo incluso para poder rellenar la botella de agua que puedas llevar.
Feliz semana, un abrazo
Pues fíjate si soy vieja, que yo he conocido comprar el agua potable a un señor que la traía a la casa y nos la echaba en las cántaras de barro que había para eso. Y vivíamos en un ciudad de mediano tamaño, no en un pueblo.
-Senior citizen- Puedes ser mayor, o simplemente pudiera ser que el corregidor de tu municipio, tardó mucho en gastarse unos reales de vellón para llevar en agua a las casas.
Tenemos la fortuna de contar con el mejor de los cicerones para conocer la Zaragoza monumental. Este tu sitio nos ilustra muchísimo a quienes la conocemos de forma tan sólo superficial.
Abrazo!
-bisílaba- ¡Oye! Me estás dando una idea, pese a estar jubilado puedo trabajar en otra cosa, siempre que lo declare y me reduzcan proporcionalmente la pensión de jubilación, así que me lo iré pensando.
Aunque, como no estoy para muchos trotes prefiero ver y hacer las fotos a pie de monumento y la información me la estudio sentado en casa delante del ordenador.
Un abrazo sin hache.
Muy bonita. Un beso
-Susana- Es bonita y más si tenemos en cuenta que fue una fuente hecha hace mucho tiempo para suministrar agua a Zaragoza, que no era simplemente de adorno.
Un beso
Zaragoza es una ciudad a la que tengo un gran cariño por varias razones. No solo mi ascendencia aragonesa por parte paterna, sino porque fue allí en Zaragoza donde se casaron mis padres. Con el tiempo y con familia dispersa por Navarra, Cataluña y Madrid, las quedadas familiares se hacían precisamente en Zaragoza como punto de reunión, más o menos equidistante (a ojo). Precioso post y preciosas fotos. Abrazo.
-Sabius- Si conoces Zaragoza y el trato que normalmente los zaragozanos damos a los forasteros y mas si tienes ascendencia aragonesa, ya lo he dicho todo.
En cuanto a los monumentos, me gusta informarme bien sobre lo que voy a publicar y si encuentro alguno foto antigua que adorne mi post, miel sobre hojuelas.
Abrazo
Un excelente paraje para una histórica fuente de servicio impagable. Cuántos corros se formarían en ella, cuántas charradetas y cuántos momentos convivenciales, porque en el pasado eran las fuentes y sus inmediaciones los lugares más concurridos.
-Una mirada…- El emplazamiento original lógicamente era de lo mejorcito en Zaragoza, por cercanía y proximidad a los ciudadanos, la de charradas y chismorreos que se podrían oír en su cercanía, serían para seguir el devenir de los pobladores de la capital en aquellos tiempos.