Poesía

Becquer

Gustavo Adolfo Bécquer.
Cuando volvemos las fugaces horas…

Cuando volvemos las fugaces horas
del pasado a evocar,
temblando brilla en sus pestañas negras
una lágrima pronta a resbalar.

Y al fin resbala y cae como gota
del rocío al pensar
que cual hoy por ayer, por hoy mañana
volveremos los dos a suspirar.

No sé lo que he soñado…

No sé lo que he soñado
en la noche pasada;
triste muy triste debió ser el sueño,
pues despierto la angustia me duraba.

Noté al incorporarme
húmeda la almohada,
y por primera vez sentí al notarlo
de un amargo placer henchirse el alma.

Triste cosa es el sueño
que llanto nos arranca,
mas tengo en mi tristeza una alegría…
sé que aún me quedan lágrimas.

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2 respuestas a Poesía

  1. hildelgarda dijo:

    Apoyando mi frente calurosa
    en el frío cristal de la ventana,
    en el silencio de la oscura noche
    de su balcón mis ojos no apartaba.

    En medio de la sombra misteriosa
    su vidriera lucía iluminada,
    dejando que mi vista penetrase
    en el puro santuario de su estancia.

    Pálido como el mármol el semblante;
    la blonda cabellera destrenzada,
    acariciando sus sedosas ondas,
    sus hombros de alabastro y su garganta,
    mis ojos la veían, y mis ojos
    al verla tan hermosa, se turbaban.

    Mirábase al espejo; dulcemente
    sonreía a su bella imagen lánguida,
    y sus mudas lisonjas al espejo
    con un beso dulcísimo pagaba…

    Mas la luz se apagó; la visión pura
    desvanecióse como sombra vana,
    y dormido quedé, dándome celos
    el cristal que su boca acariciara.

    ¿No fue esta la causa? pudiera ser .Besitos Hildel.

  2. Karola dijo:

    No digáis que agotado su tesoro,
    de asuntos falta, enmudeció la lira:
    Podrá no haber poetas; pero siempre
    habrá poesía.

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