Monumento al tío Jorge

Monumento al tío Jorge
Fotos propias

Antes de nada vamos a conocer al Tío Jorge. Se llamaba Jorge Ibor y Casamayor (1755-1808), héroe de la defensa de Zaragoza durante el primer Sitio de 1808. Jorge Ibor era vecino del Arrabal, de origen humilde y dedicado a las labores de labranza, tarea que no dudó en abandonar para centrarse en la lucha contra las tropas francesas. Reclutó la compañía de labradores y escopeteros del Arrabal, aún existente hoy en día, siendo además, uno de los responsables de que el General Palafox tomara el mando del ejército durante los Sitios. Tras participar en varios combates fue nombrado capitán y teniente coronel por el General Palafox. Murió el 15 de noviembre de 1808, víctima de la epidemia de tifus que azotaba la ciudad.

Monumento al tío Jorge

Los Sitios de Zaragoza conforman uno de los principales pasajes históricos de Zaragoza, protagonizado por un grupo de hombres y mujeres que participaron en la defensa de la ciudad. Todos y cada uno de ellos han sido honrados de algún modo, la mayor parte mediante la dedicación de calles, mientras que los más destacados han sido recordados con un monumento conmemorativo, como es el caso del Monumento a Agustina de Aragón y las Heroínas, de Mariano Benlliure y realizado en 1908. El Monumento al Tío Jorge no se realiza hasta 1968, mucho más tarde que el correspondiente a las heroínas, quizá porque éstas alcanzaron mayor popularidad que sus equivalentes masculinos. La realización de la obra tiene lugar en 1968, con motivo de la construcción del Parque del Tío Jorge en el Rabal, convirtiéndose el monumento en su principal seña de identidad.

Monumento al tío Jorge

Su escultura se sitúa en el parque que le da nombre. Sobre una roca que simula un pedestal se yergue la estatua del que fuera héroe de los Sitios ataviado con traje de baturro y en sus manos un trabuco. El monumento le llevó al esccultor Angel Orensanz tres meses en su realización. La figura, de 2,30 metros de altura, se esculpió en piedra de Alicante.

Monumento al tío Jorge

La figura del tío Jorge se ve complementada por un gran monolito de hierros horadados alrededor de una mole de hormigón elevada hacia lo alto. Son representación de rejas, de vertederas, de horcas, de útiles de labranza: Jorge Ibor como hemos dicho era labrador.

Monumento al tío Jorge

Con estas formas que recuerdan los postes totémicos de los pueblos primitivos parece buscar Orensanz el equilibrio ecológico del hombre en una naturaleza tantas veces manipulada.

Monumento al tío Jorge

Jorge Ibor y Casamayor
El tío Jorge (1755-1808)
Héroe de los Sitios de Zaragoza
Autor Ángel Orenzanz 1968

El que quiera ver alguna foto más puede hacerlo desde este enlace.

Fuentes : Zaragoza.es, Zaragoza guía, Escultura urbana de Aragón.

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10 respuestas a Monumento al tío Jorge

  1. Susana dijo:

    Me alegro de que no le hayan olvidado. Un beso

  2. Neuriwoman dijo:

    Siempre es de aplaudir que se rememoren las personas que defendieron su territorio y a los suyos como es el caso del tío Jorge, aunque en este caso hayan tardado tanto. Un saludo

    • unjubilado dijo:

      -Neuriwoman- Efectivamente siempre es bueno recordar a las personas que han defendido la ciudad y más en una ocasión en la que Zaragoza no tenía soldados profesionales, casi sin munición y sin alimentos y nada más que con trabucos, navajas y con la voluntad inquebrantable del derrotar al entonces, ejército más poderoso del mundo.
      Un saludo

  3. Ahí fuistéis poco hospitalarios con los franceses…

    • unjubilado dijo:

      -Senior citizen- Ellos eran muchos y en Zaragoza había pocos y sin ningún tipo de instrucción. Hasta tal punto fueron derrotados los franceses que arrojaron sus cañones al Canal Imperial para huir más deprisa.
      En este primer sitio Agustina de Aragón, llamada en realidad Agustina Raimunda María Saragossa Doménech nacida el 4 de marzo de 1786 en Reus, fue donde se hizo famosa en la defensa de Zaragoza.
      El ejército napoleónico se había dejado 3.500 bajas; los españoles leales a Fernando VII, 3.000.
      Pero la guerra continuaba y como consecuencia de esto en el 2º sitio ocurrió la destrucción total de una ciudad indefensa que no pudo resistir la segunda de las acometidas imperiales.
      La ciudad, que antes era conocida como «La Florencia de España», quedó prácticamente destruida y de 55.000 ciudadanos que había antes de los sitios sobrevivieron 12.000.
      Las tropas francesas permanecieron en la ciudad, hasta su rendición el 2 de agosto de 1813 en el Palacio de la Aljafería.
      De ahí la jota:
      La Virgen del Pilar dice
      Que no quiere ser francesa
      Que quiere ser capitana
      De la tropa aragonesa

      y esta otra mucho menos conocida
      Aquel que quiera saber
      lo que Zaragoza vale
      que pregunte a los franceses
      que los franceses lo saben.

  4. Todo un personaje que tiene bien merecido el parque y la escultura. Concía la historia porque vivo, com0 aquel que dice, al ladico de Zaragoza, una ciudad con una riqueza histórica inconmensurable.

    • unjubilado dijo:

      -Una mirada…- Estos días que voy visitando y fotografiando monumento es cuando realmente aprendo los entresijos de la historia, la vida y milagros de los representados en las esculturas.

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