La zorra y las uvas

ParraFábula de Félix María Samaniego

La zorra y las uvas

Es voz común que a más del mediodía,
En ayunas la Zorra iba cazando;
Halla una parra, quédase mirando
De la alta vid el fruto que pendía.
Cansábala mil ansias y congojas
No alcanzar a las uvas con la garra,
Al mostrar a sus dientes la alta parra
Negros racimos entre verdes hojas.
Miró, saltó y anduvo en probaduras,
Pero vio el imposible ya de fijo.
Entonces fue cuando la Zorra dijo:
«No las quiero comer. No están maduras.»

No por eso te muestres impaciente,
Si te se frustra, Fabio, algún intento:
Aplica bien el cuento.

Confirmado, las uvas no están maduras, ¡si lo sabré yo, que es mía la parra!

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9 respuestas a La zorra y las uvas

  1. ¡La de uvas verdes que he tenido que dejar yo colgando tan ricamente de la parra…! Cuando tengas un ratito, mira a ver porque creo que el poeta troyano Trailo quiere colgarte un hijo. Pasaba a decirte que me tomo unos días de vacaciones, querido amigo. Un beso y hasta pronto.

  2. bidul dijo:

    ¿Hasta parra tienes?, desde luego vives en un paraíso.
    Está claro que Samaniego sabía expresar muy bien el comportamiento humano a través de sus fábulas.
    ¡Buen día!.

  3. reikiaduo dijo:

    Pues mutatis mutandis, la fábula se puede llevar a terreno serio:

    Era un humano que pensó en que quería felicidad, y no sabiendo cómo percibirla empezó a saltar y a saltar con gran esfuerzo para conseguir esto, aquello y lo de más allá… Esto me la dará, no no, será aquello, uy qué va, seá lo otro.

    Acaeció que unas cosas las logró y otras no, pero la felicidad no apareció de forma consistente por ninguna parte

    Entonces con gesto disciplente dijo: la felicidad no existe, es solo un cuento para bobos

    Je, je, de cuento nada monada, pero hay que saber «cómo» percibirla

  4. Chela dijo:

    Muy buenos los fabulistas como Samaniego, Esopo, La Fontaine…, que en narraciones breves y sencillas saben reflejar tan bien las cualidades y defectos humanos, para convertirlos en enseñanza.

    Pienso también como Bidul, que tienes un paraiso: la parra, el campito deliciosos del otro día, tus plantas…¡Que lo disfrutes todo muchisimo! ¡Te lo mereces!. Se también que lo cuidas y trabajas con mimo.

    Un abrazo, Jubi

  5. unjubilado dijo:

    isabelbarcelo A Trailo, le voy a trairlo por la calle de la amargura, mira que querer «colocarme» un hijo.
    Felices vacaciones.

    bidul Son dos parritas de nada, para que por la tarde no entre el sol por una de las ventanas. La uva negra es bastante buena, pero la blanca. ¡que mala uva tiene!

    reikiaduo En este blog todo es serio, hasta los chistes.
    La felicidad es parcial, fugaz, momentánea, pero si que existe, aunque para unos será de una manera, conseguir comida día a día y para otros será, poder compar el yate de sus sueños.

    Chela Las fábulas desde crio me han gustado, ahora no encuentro los libritos que tenía, pero me basta con recordar alguna frase o verso para que la caja que tengo delante sea capaz de encontrarlas.
    No sé si te creerás que en 500 m. cuadrados de parcela incluida la casa, tenemos muchos árboles, hasta un madroño que no es propio de ese terreno y muchos fines de semana casi no salgo de ella, limpiando, podando, fumando e incluso ya hemos tenido que cortar dos árboles, ya que molestaban a los demás, un melocotonero y una tuya.
    Cuando son pequeñitos hay espacio para todo, pero al hacerse grandes se pegan unos a otros. El melocotonero en floración lo cogí en el rio a punto de morirse y lo confundí con un almendro, pero llegó a dar frutos y comimos melocotones de él.
    Abrazos

  6. reikiaduo dijo:

    Hombre jubiloso, comer es necesario lástima que esta orgulloso-estúpida sociedad haya perdido la saludable costumbre de agradecer los alimentos antes de comérselos… sientan mejor, palabrita. Por cierto no es aradecerlos a nada ni a nadie, solo un sentimiento de gratitud

    Los yates pueden ser divertidos, me imaguino, y en el momwento de conseguirlos seguro que te suben la adernalina por un rato, y luego lo mismo cada vez que veas ojos de envidia reflejados en la cara de los demás (la envidia ajena nos estimula, ciencia dixit)

    En cuanto a la felicidad, ejem, para servidor es un sentimiento que va por otro sitio; alguien desbordantemente alimentado y en la cubierta de su yate ¿lo siente?, ¿lo siente seguro?, ¿lo siente siempre?. Tu y yo sabemos que no.

  7. snaider dijo:

    prodrias decirme sus cualidades de lectura

  8. mariana dijo:

    esta lectura es muy bonita

  9. mariana dijo:

    mira este cuento es alucinante

    te lo recomiendo

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