La historia habla sobre un extraterrestre adolescente que, frente a la atenta e inexpresiva mirada de un supervisor, está aprendiendo a abducir humanos. Sin embargo, en su examen falla constantemente.
Tras una serie de desastrosos fallos, y después de que el supervisor pone todo en orden de nuevo, ofrece al alumno el pilotaje del platillo volante. Éste se desploma sobre la casa y deja intactos únicamente al humano dormido y su cama, ambos en el centro de un enorme hueco.