Dos mujeres dormidas

Mujer dormida
Fotos propias.

«Mujer dormida» : La obra, realizada en 1920 y colocada en 1924, fue ofrecida al Ayuntamiento por el escultor en sustitución de otra «La tarde» que fue rechazada por el consistorio por la desnudez de la protagonista (una mujer joven).

La representación del cuerpo humano, completo o cualquiera de sus partes, ha sido el tema por excelencia en la historia de la escultura. Por eso una representación tan sencilla y a la vez tan natural de la figura femenina, como ésta, humaniza al trepidante espacio de la ciudad, cumpliendo una función que excede de lo ornamental.

Mujer dormida

Es una obra esculpida en piedra blanca, de reducidas dimensiones, si tenemos en cuenta su carácter urbano, aunque destaca sobre el jardín en que se ubica por el alto pedestal cuadrangular, de piedra gris, que la sustenta, recubierto siempre con hojas de hiedra. Se trata de una escultura formada por la cabeza, la parte superior del tronco y el brazo derecho de una mujer joven, que apoya la cabeza ladeada en actitud somnolienta sobre la mano de su brazo doblado, formando una composición claramente triangular en la que predominan las formas redondeadas.

La mayor parte de la obra de José Bueno (Zaragoza 1884-Madrid 1957) que hay en Zaragoza está realizada a su regreso de Italia y en ella se aprecia la influencia renacentista de la que irá evolucionando hacia soluciones cada vez más propias.

Autor: José Bueno Gimeno
Nombre de la escultura: Mujer dormida (1919-1920)
Localización: Plaza del Paraíso (Zaragoza)
Materiales: Piedra (pedestal y escultura)
Se instaló en su actual emplazamiento en 1924

La plaza de Basilio Paraíso es una plaza de Zaragoza situada en el centro de la ciudad. Comunican con ella varias de las principales calles de la zona: La plaza Aragón, El paseo de la Constitución, paseo las Damas, paseo de Sagasta, Gran Vía Ramón y Cajal y paseo de Pamplona. Está dedicada al político aragonés Basilio Paraíso.

La siesta

La siesta : La obra fue premiada con la medalla de plata de la II Bienal de Pintura y Escultura de la ciudad de Zaragoza en 1963. Posteriormente fue donada por el escultor a la ciudad.

Esculpida en piedra, representa a una muchacha joven campesina con pañuelo en su cabeza y que permanece dormida apoyada su cabeza sobre un haz de mies.

La siesta

Obra de corte clasicista por la temática y estilo en el que el escultor ha introducido cierta dosis de modernidad en el tratamiento de las vestimentas, insinuadas únicamente por la simulación de varios pliegues, y en la frescura y espontaneidad con la que la muchacha ha sido captada.

En agosto de 2018 la obra fue retirada para su restauración por los técnicos del Patrimonio Cultural en las instalaciones del antiguo Cuartel de Pontoneros. El objetivo era “devolverle su esplendor original y volver a colocarla en el mismo lugar que ocupaba”

La siesta

ENRIQUE GALCERÁ MARTÍ
La siesta
Mármol de Ulldecona
Medalla de plata en la II Bienal de Pintura y Escultura
«Premio Zaragoza» de 1963

Una curiosa historia de la «chica dormida» publicada por el Errado de Aragón (En el enlace se puede leer la historia completa, en clave de humor.

La estatua de la chica dormida del paseo de Sagasta despierta y pide dormir “5 minutitos más
La escultura de la campesina dormida se ha despertado después de más cincuenta años, se ha sentado en la cama, ha abierto los ojos y cuando pensaba levantarse ha pedido que le dejen dormir un poco más.
La Siesta, así es como se llama esta estatua creada por Enrique Galcerá en 1963, representa a una campesina descansando en un pedestal. La joven se ha quejado a los peatones y a los conductores de todo el ruido que montan, que así es imposible pegar ojo.
Dadme 5 minutos más y un poco de fuet”, lo que pidió la escultura al despertarse.
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8 respuestas a Dos mujeres dormidas

  1. Sara O. Durán dijo:

    Shhh! Parece que están soñando muy bonito. A dejarlas seguir durmiendo.
    Son muy bellas las dos esculturas.
    Un abrazo silencioso.

  2. Susana dijo:

    Esas esculturas alegran las calles. Un beso

  3. Mira que eran lascivas y rijosas las autoridades que impidieron la escultura de una mujer desnuda. Cuánto daño ha hecho al arte esa moralidad panderetera… Afortunadamente, la durmiente es exquisita, aunque parte de su cuerpo quede a la imaginación de quien la observa. Y vaya si duerme a gusto la campesina. Mejor que no despierte porque el campo en el que laboraba cuando se quedó dormida hará años que está sembrado de hormigón.

    • unjubilado dijo:

      -Una mirada…- Las diosas se desnudan en los museos y aún así hay personas que critican esas mujeres desprovistas de ropa, que muchos artistas hombres y mujeres han representado, y aún así ese cuerpo, se ha visto obligado a cubrirse y esconderse en público en todas las culturas, por supuesto en unas más que en otras.

  4. Esas autoridades eran «más papistas que el Papa», pues no creo que haya ninguna iglesia sin la figura de un hombre desnudo colgado de una cruz.

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