A los que lavan la tapa del yogurt

Me gustaría dedicarles un poema, pero sólo puedo dedicaros un artículo.

Yogures

Os adoro, buenos chicos, que laváis la tapa del yogurt y laváis el envase del yogurt para reciclarlo con los envases. Sois el futuro de la Tierra. Sois la conciencia de nuestra especie, tan pulcros, tan monos, tan responsables, tan adorables, en suma.

Sois gente sana que quiere una vida sana y que defiende un planeta sano, con sitio para todos y un futuro sostenible. Mola.

Pero muchos de vosotros, y de los que no somos tan responsables, pertenecemos también al grupo de los que en el mercado miran las fechas de caducidad. Hoy es 6 de noviembre. Vamos al refrigerador de los yogures, y si los que íbamos a echar a nuestra cesta caducan el día 11, echamos un nuevo vistazo para coger los que caducan el día 20. Es normal. Es natural.

No hay por qué correr riesgos, ¿verdad? Bien hecho. Al final va a nuestra cesta el pack de seis unidades que caduca el día 20. Nos comemos en total 750 gramos de yogurt, y tiramos seis envases de plástico, puede que envueltos en papel, y seis tapas, puede que de plástico o de aluminio. Pero bien lavadas y separadas.

Dejando a un lado ese salvaje despilfarro, y la probabilidad, alta de que esos seis yogures hayan viajado más de 500 Km en motores de combustión desde la fábrica hasta nuestra casa, ¿Se os ha ocurrido pensar qué va a a pasar con los yogures que caducaban el día 11 y no cogimos?

Os lo cuento, porque lo sé. Todos eso yogures, regresan al centro de logística del supermercado. Y son, en una provincia, más de treinta mil. Y hablo de un provincia pequeñita y no de la principal cadena de distribución. Y vienen llenos, amigos, con el yogurt dentro.

¿Y pensáis que se abren, uno a uno, se guarda en algún lugar el contenido, se lava la tapa, se lava el envase y se arroja este luego al contenedor amarillo?

¿Qué suponéis que ocurre con los yogures caducados?
Se aplastan, se destripan es un lugar con un gran desagüe, el yogurt va con las aguas residuales y los envases se quedan, destripados, convertidos en un amasijo repugnante que se tira a un contenedor de residuos que nadie separa ni recicla.

¿No se os había ocurrido? Pues qué pena.

Las fechas de caducidad exageradamente estrictas generan más residuos imposibles de reciclar que algunos países pequeños.

Porque he hablado sólo de los yogures. Sólo en una provincia pequeña. Sólo en una cadena de supermercados menor.

A ver si alguien se atreve a calcular un día las cifras reales y, sobre todo, a hablar de ello.

Visto en Trece Escalones.

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10 respuestas a A los que lavan la tapa del yogurt

  1. Ester dijo:

    Asusta la cantidad de desperdicios que generamos, en el super venden la bolsa de platico (que yo no veo que eso consiga limpiar el planeta, solo mi bolsillo) pero luego envasan con papel y meten dentro de una bolsa de plástico y grapan un tiket de 15 centímetros en cada compra, ya sean 50 gramos de mortadela o 100 de chorizo y así con los cinco o seis paquetes de fiambre. Así que lo de los yogures me lo creo (aunque pensé que ibas a decir que los abrían y los volvían a envasar con una fecha nueva) y me asusta porque se multiplicar. Muy bueno el articulo. Un abrazo

  2. En el supermercado donde yo compro preferentemente, se de buena tinta que los yogures a los que le faltan pocas fechas van a un comedor social, que los reparte sobre la marcha a sus “clientes”. Y la información me viene del comedor, no del super.

    • unjubilado dijo:

      -Senior citizen- Hay de todo. Mira esta noticia, es antigua del 2013, se que luego a las cadenas comerciales que hacían esto, no solamente era Mercadona, les prohibieron , echar encima de sus desperdicios, cualquier tipo de lejía.

  3. Genín dijo:

    No sabia que había gente que lavaba los envases, nunca se me habría ocurrido…
    Salud

    • unjubilado dijo:

      -Genín- Yo lo hago, aunque en realidad no los lavo, los enjuago un poco, al igual que hago con las latas de cualquier producto, la idea es que no vaya caldo líquido a la bolsa de basura para que al sacarla no gotee.
      Saludos

  4. Me parece desvergonzada la acción del supermercado con los yogures; sería mucho más congruente y efectivo que, próxima la fecha de caducidad -y sabiendo que van a tener que tirarlos- los lleven -o avisen- a los lugares donde se recogen alimentos; allí sabrán aprovecharlos eficientemente.

    • unjubilado dijo:

      -Una mirada…- Pues hubo una época, que los grandes establecimientos les echaban lejía, detergente o productos abrasivos para evitar que los indigentes dieran mala fama al establecimiento al estar buscando en sus basuras.
      Pero Francia aprobó un ley que obligaba a no tirar estos productos y España al final la aceptó también.
      Según los informes, algunos supermercados habían tomado por costumbre rociar los productos desechados con lejía, para evitar la intoxicación alimentaria por elementos tomados de contenedores. Otros supermercados deliberadamente dejaban los alimentos a punto de caducar en depósitos cerrados, para que fueran recogidos por los camiones de basura. Con esta nueva ley, los jefes de los supermercados con una superficie mínima de 400 metros cuadrados tendrán que firmar contratos de donación con las organizaciones benéficas que lo requieran o que ellos mismos elijan o se enfrentan a una multa de € 3.750, por cada vez que se los encuentre en infracción.
      Noticia publicada por Nueva Tribuna.es el 19/02/16.

  5. Tawaki dijo:

    Te d qué pensar. Creía que los alimentos a punto de caducar iban a comedores sociales, pero imagino que no es así en todos los casos. En Suiza tienen una solución muy ingeniosa que consiste en poner en oferta lo que está cerca de caducar. De esa forma, se incentiva que los alimentos más perecederos se consuman primero.

    • unjubilado dijo:

      -Tawaki- En la actualidad existe un excedente de alimentos a punto de caducar que van a este tipo de comedores, también en ocasiones te los encuentras en el propio gran establecimiento comercial, a un precio muy rebajado, pero como no lo suelen advertir, es recomendable ver la fecha de caducidad y no comprar más de lo debido, para guardar en casa, algo que según nos cuentas pasa igual en Suiza.

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