Posguerra II

CacahuetesManjares de la posguerra

Como consecuencia del racionamiento y las famosas cartillas con cupones para conseguir «cien gramos de…» una serie de sustancias no habituales pasaron a ocupar un lugar importante en la dieta de los españoles.

Leche en polvo, chocolate que sabía a tierra, pan negro, azúcar amarillo, lentejas con chinches, algarrobas, cacahuetes…

Pero también había «delicatessen», el pan de higos que alcanzó una gran popularidad y al que se debían infinidad de úlceras de estómago ya que se digería con gran dificultad.

Las castañas en sus variedades de crudas, pilongas o asadas; aún recuerdo a la castañera que se ponía a la puerta de la Facultad de Medicina en invierno y al grito de » ¡Castañas, calentitas, a la rica castaña! «, conseguía venderlas y los que no teníamos ni un céntimo nos recreábamos con la mirada y nos calentábamos en las proximidades de la estufa.

Las farinetas (gachas de harina de maíz), los torreznos, boniatos asados, pescados fritos que acumulaban en su interior todas las espinas de los océanos…

Pan untado con aceite, ajo y sal (yo todavía lo como de vez en cuando) otras veces con vino y azúcar, eran comida que nos daban a los chavales, además de un bocadillo con chocolate con sabor extraño y que hacía rechinar los dientes, los privilegiados o ricos acudían a la escuela con un bocadillo de chorizo.

Los garbanzos, lentejas… muchas veces con inquilino dentro se ponían a remojo con bicarbonato ya que decían que así se ablandaban.

En fin «Cuando hay hambre, no hay pan duro, ni falta salsa a ninguno.»

Ideas e imagen sacados del libro «Instantáneas Zaragozanas» editado por Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja en el año 1982. Actualmente Ibercaja.

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17 respuestas a Posguerra II

  1. mandrágora dijo:

    Buenas noches D unjubilao me acuerdo de todo de ir a por el aceite con una cartilla que te cortaban un cupón y te daban el azucar, aceite, etc lo que no sabes como le pagaban a mis padres las medicinas; hacian una cuenta de 150ptas y nos daban una docena de huevos, trigo, cebada, leche, calostros, setas del campo , todo menos dinero y mi padre que tenía un corazon asi de grande al que sabia que no tenia dinero o no se lo cobraba o tardaba años en cobrarlo. Bueno y muchas cosas más y como me voy directa al colador de span,ya se me esta haciendo tarde. ¡Hasta mañanaaaaaaaaaaa! Besitos cocineroUnjubilado

  2. Aitor dijo:

    Joer, lo que me perdi…:P. En serio, no he conocido nada de eso…de lo cual, me alegro. Un saludo

  3. mnkantavivir dijo:

    Te leo y no me puedo imaginar lo pesado que fue esto!, gracias a Dios, aun no se que es esto de pasar por los efectos de una postguerra, pero con lo que relatas, ni ganas dan, te lo juro!!
    Besisimos Emilio

  4. Marta dijo:

    La verdad es que debió ser muy duro.

    Yo tampoco lo viví pero sí sé muchas historias por abuelos y tíos….En Soria se iban mucho por el monte a la búsqueda de cualquier cosa que llevar a casa…de caza, de setas, de caracoles, de moras…pero lo del pan con aceite y ajo y con vino y azúcar se les quedó como hábito porque alguno aún lo sigue haciendo.

    Así sabremos lo que valen las cosas y que no siempre se ha tenido todo tan fácil…

  5. Merche dijo:

    Tampoco lo viví, pero mis abuelos me lo contaban siempre, animándome a valorar adecuadamente mi boadillo de nocilla :).

    Recuerdo que mi abuela contaba cómo desde la radio aconsejaban acerca de cómo hacer tortilla de patatas sin huevos y sin patatas, la odisea de las cartillas de racionamiento… Uff, creo que desde nuestra óptica actual no nos podemos ni hacer una idea de cómo debió ser aquéllo.

  6. mandrágora dijo:

    ¡Guau! que me he escapado de los gusarapos. Pero no nos escapábamos del chocolate terroso, queso americano amarillo, leche en polvo, todo de origen USA,y luego quedaban los tejados del colegio marrones y amarillos, desde lejos preciosos y los wc atascados que parecian cucuruchos de helado y bainilla. Las habichuelas no tenían gorgojos, tenian hermosas cucarachas, y si tus padres te enviaban un jaamón te duraba dos meriendas, y si hoy comias arroz con cuatro almejas por la noche sopa de arroz con cáscaras de almeja chupada y no es por lucirme era el mejor internado de la capital. Un HURRA por lo bien que nos lo pasábamos. Besazos de los años 50 y tantos

  7. Siempre me ha encantado el pan de higos, una de las golosinas más apreciadas en navidad, y una auténtica bomba de calorías. También me gustan los garbanzos (sin inquilino). En cierto modo, aquello que hemos comido y vivido en la niñez nos marca para siempre. Besos.

  8. isabl dijo:

    Lo que antes era necesidad, ahora son manjares. Que suerte haber nacido con opción a elegir

  9. unjubilado dijo:

    Nina Yo la verdad es que recuerdo muy pocas cosas, mas bien es lo que me han contado, pero si me acuerdo que mi padre cambiaba los cupones de tabaco por otros de comida que empleaba para la familia y cuando íbamos a su pueblo comíamos de casi todo, especialmente productos derivados del cerdo.
    Besitos

    Aitor Puedes estar contento de no haberlo conocido y desear que nunca mas vuelva a pasar
    Saludos

    Mnkantavivir La verdad es que se pasó muy mal, especialmente por parte de mis padres que no tenían nada mas que un pequeñísimo sueldo y con él trataban de que nos llegara a todos, vivían alquilados en una habitación con derecho a cocina y había un par de matrimonios más en la casa en las mismas condiciones, algo parecido a lo que pasa actualmente con los inmigrantes.
    Besitos, esperando no volver a vivirlo nunca más

    Marta En Zaragoza, aprovechando que mi padre tenía un amigo con huerto propio íbamos a su propiedad en busca de frutas y verduras, y lógicamente «visitábamos» los de alrededor para tratar de llevar a casa algo comestible aprovechávamos para buscar caracoles. Posteriormente mi padre alquiló un pequeñísimo terreno al lado del rio Huerva que nos daba de casi todo lo necesario para la alimentación básica. El agua había que sacarla de un pozo y con cubos la distribuíamos a las plantas que eran necesario regar
    Saludos

    Merche Es cierto, tortilla de patatas sin huevos; lentejas, garbanzos, judias… separando una a una para que no llevaran «inquilino» y a remojo por lo menos un día para poderlas cocinar, entonces no existían las ollas exprés
    Saludos

    Nina De pequeño volvía del colegio con leche en polvo, queso amarillo que los «benditos» americanos nos daban para los pobrecitos niños de la postquerra española. Mi madre trataba de no tirar nada y aprovechar todo lo que pudiera «fabricando» recetas que a veces nos costaba comer. Un hurra por la juventud de entonces, que en la calle, sin drogas, sin botellones, sin… nos lo pasábamos bastante bien y a nuestro nivel no teníamos que envidiar a la juventud de hoy en día
    Besitos

    isabelbarcelo Hay cosas que no se pueden olvidar, yo particularmente suelo hacerme tostadas de pan con sal, aceite y ajo, cosa que me encanta aunque luego procuro no arrimarme a mi mujer, por el olor que los ajos desprenden, ya que me manda a paseo
    Besitos

    Isabl Es muy cierto lo que dices, mi madre estando de sirvienta (empleada de hogar) por andalucía les daban de comer marisco ya que no se vendía y lo utilizaban para alimentar a los pobres que atendían las casas de los ricos.
    Saludos

  10. Lucas dijo:

    A los más jóvenes nos quedan los recuerdos y las historias. A mi, al menos, me encanta oírlas. Y me sorprende que, entre otras muchas cosas, estas historias tienen un cierto aire de cariño, de agradable recuerdo. O quizás sólo me lo parezca…

  11. mandrágora dijo:

    No se porque tengo tantos recuerdos de mi infancia y juventud. Cuando yo sali del pueblo tenía 9 añitos, era la más pequeña del internado y no nos llevamos tantos años de diferencia tu y yo.Yo creo que en el pueblo teníamos toda la libertad del mundo,cosa que no ocurria en la capital, mientras que en el colegio yo salia una vez al mes a casa de una tia , estabas muy sujeta y controlada por las monjas. Las vacaciones las vivia a tope en diversión y castigos. Yo en el pueblo no pasé hambre pero interna mucha. Unabrazo de compadres jubilados.

  12. Bill Gatos dijo:

    Hola jubilado, hoy se celebra el día del blog y te he recomendado entre otros cuatro blogs 😉

  13. viveydv dijo:

    Para que luego digan que «cualquier tiempo pasado fue mejor…» Quizá lo sea en otras cosas, pero desde luego, no en la comida. En España, digo. En otros sitios, ni cartillas tienen hoy en día.

  14. unjubilado dijo:

    Lucas Las penurias pasadas, se suelen comentar con cierta nostalgia, será quizás por haber logrado sobrevivir?
    Saludos

    Nina Si crees que nos llevamos pocos añitos, entonces ya sé que andas por los 35, por que yo ya los he cumplido. En los pueblos en aquella época no se notaba el racionamiento ya que seguían haciendo la matacía del cerdo, tenían gallinas, conejos, que se mataban para las grandes ocasiones y por supuesto frutas y verduras las tenían en cantidad, el pan se lo hacian ellos (hogazas de 5 kilos) y a los peques nos dejaban hacer figuritas de pan que una vez cocidas les añadían un poquito de azúcar y allí mismo las comíamos
    Un abrazo entre compadres que todavía tienen mucho que contar

    Bill Gatos Gracias por la recomendación, pero poco tengo que aportar en este fantástico mundo que es la blogosfera. Despacito, a mi aire y con un estilo de alumno de primaria voy publicando chistes, anécdotas, vivencias y cosas de Aragón, incluyendo de vez en cuando alguna jotica.
    Un abrazo

    viveydv Yo soy de la opinión de que los tiempos ni son mejores ni peores, cada uno de ellos se ha ido adaptando a las circunstancias del momento para lograr pasar página de la manera mas digna posible
    Un saludo

  15. Ana Gil dijo:

    Yo viví y comí el post de la post-guerra: pan con aceite, pan con vino y azucar, pan con chocolate…todo esto de merienda; de comida: cocido de garbanzos (el madrileño, judias secas y verdes,lentejas y todo tipo de verduras…
    Otro dia te contaré mas cosas. Tengo prisa, me voy a S’Agaró.
    Un beso,
    ANA

  16. unjubilado dijo:

    Ana Gil El primer comentario lo he borrado ya que en el segundo está incluido. Ya sé que además, de ir a S’Agaró os vais a Gerona al museo de Dalí y no me vas a poder leer hasta que vuelvas.
    Un beso para todos

  17. Tu vecina dijo:

    Me parece super interesante su blog de hecho saque cierta información para una historia de postguerra que escribo en mi blog y con su permiso me tome la libertad de enlazarle a mi primera entrada.
    Gracias.
    Un abrazo

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