Seguimos visitando el «Museo de Cerámica de Zaragoza«. La primera parte viene de este enlace.
Terriza de paredes gruesas, vidriada con barniz estannífero (que contiene estaño) blanco lechoso, que transparenta algo el tono rosado del barro. Decorada en azul a dos tonos, con algunas burbujas como defecto de fabricación. En el fondo figura femenina de trazado infantil y popular con la inscripción de la que sería su dueña ´OROSIA DIEZ´.
En Muel (Zaragoza), la actividad artesanal en el trabajo de la cerámica queda reflejado en el relato de Enrique Cook, quien, en 1585, decía que “todos los vecinos de este pueblo son olleros, y todo el barro que se vende en Zaragoza lo hacen aquí”.
Así, en 1048 llegaron a Zaragoza los primeros azulejos procedentes de los alfares muelenses [De Muel (Zaragoza)], por mandato de Aben Tafa. Y para el siglo XVI, los alfares construidos ocupaban una extensión de más de medio kilómetro; crónicas de 1580 relatan que casi todos los habitantes del pueblo se dedicaban a esta industria. Sigue leyendo