Monumento al Maestro Salinas en Salamanca

Monumento al Maestro Salinas
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Francisco de Salinas (Burgos, 1513 – Salamanca, 1590), fue un célebre músico, compositor y humanista castellano.
Perdió la vista a la edad de 11 años. Estudió humanidades, canto y órgano en la Universidad de Salamanca.
Escribió su principal obra, «De musica, libri septem«, que incluye gran cantidad de melodías populares y que ejerció una gran influencia en su época.

En 1561 fue nombrado organista de la catedral de León. En 1567 se trasladó a Salamanca, en cuya universidad tuvo la cátedra de Música, en la que permaneció durante más de veinte años. Fue precisamente en Salamanca donde conoció al poeta Fray Luis de León, a quien luego habría de ayudar durante el juicio al que fue sometido en Valladolid por la Inquisición.
Quizás como muestra de gratitud, Fray Luis le dedicó una de sus mejores odas, la bellísima «Oda a Salinas» escrita en 1577.

Monumento al Maestro Salinas

Oda a Francisco Salinas de Fray Luis de León

El aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada,
Salinas, cuando suena
la música extremada,
por vuestra sabia mano gobernada.

A cuyo son divino
el alma, que en olvido está sumida,
torna a cobrar el tino
y memoria perdida
de su origen primera esclarecida.

Y como se conoce,
en suerte y pensamientos se mejora;
el oro desconoce,
que el vulgo vil adora,
la belleza caduca, engañadora.

Traspasa el aire todo
hasta llegar a la más alta esfera,
y oye allí otro modo
de no perecedera
música, que es la fuente y la primera.

Ve cómo el gran maestro,
aquesta inmensa cítara aplicado,
con movimiento diestro
produce el son sagrado,
con que este eterno templo es sustentado.

Y como está compuesta
de números concordes, luego envía
consonante respuesta;
y entrambas a porfía
se mezcla una dulcísima armonía.

Aquí la alma navega
por un mar de dulzura, y finalmente
en él ansí se anega
que ningún accidente
estraño y peregrino oye o siente.

¡Oh, desmayo dichoso!
¡Oh, muerte que das vida! ¡Oh, dulce olvido!
¡Durase en tu reposo,
sin ser restituido
jamás a aqueste bajo y vil sentido!

A este bien os llamo,
gloria del apolíneo sacro coro,
amigos a quien amo
sobre todo tesoro;
que todo lo visible es triste lloro.

¡Oh, suene de contino,
Salinas, vuestro son en mis oídos,
por quien al bien divino
despiertan los sentidos
quedando a lo demás adormecidos!

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16 respuestas a Monumento al Maestro Salinas en Salamanca

  1. trimbolera dijo:

    Muchas gracias por estas lecturas tan amenas y que enriquecen nuestro patrimonio, ese que nadie nos puede quitar.

  2. mjesus dijo:

    Tenemos maravillas en España, pero no se por que, cuaquier cosa fuera es mejor.
    Cada dia entiendo mejor lo que mi padre decia, el santo mas lejano es que devocion tiene.
    un abrazo

    • unjubilado dijo:

      mjesus Totalmente de acuerdo contigo y con tu padre. Para ver cosas variadas y bonitas no hace falta irse muy lejos, las tenemos prácticamente todas en España.
      Un abrazo

  3. Adriana alba dijo:

    Fue un gusto descubrir tu espacio.
    Bella entrada y el cuento de Jorge Bucay me encantó.
    Cariños.

    • unjubilado dijo:

      Adriana alba Me alegra que te guste este blog, lo trato de hacer bastante variado para que no nos cansemos excesivamente de él.
      Bienvenida a esta tu nueva casa.
      Un saludo

  4. Laura. M dijo:

    Rico patrimonio y precioso país que tenemos por los cuatro costados. Guapa Salamanca Eh 😉
    Un beso

  5. Jesús dijo:

    Toda nuestra historia está llena de grandes personajes, que nos pasa en nuestra época que solo encumbramos ladrones.

  6. Genín dijo:

    Para mi, otro de tantos desconocidos, ya sabes, cosa de la ignorancia… 🙁
    Salud

    • unjubilado dijo:

      Genín Y yo ¿qué te crees? No lo conocía hasta el momento en que he querido publicar las fotos en el blog, y eso ha sido por haberme informado de quien era, así que te he ganado solamente en un par de días.
      Saludos

  7. Calandra dijo:

    Bueno, por lo menos alguien le dedicó una oda para reconocer su valía.

    • unjubilado dijo:

      Calandra Hay amigos que reconocen la valía de alguno de su pandilla, y no se dedican a pasárselo bien en un botellón. ¡Después del susto con la Santa…!

  8. Agradecido el de León; sublime Salinas, otro portento que demuestra como la creatividad suple hasta un sentido tan esencial como el de la vista.

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